
Después de tres precuelas saturadas de efectos especiales y repletas de personajes digitales sin vida, J.J. Abrams toma las riendas del mundo creado por George Lucas y nos entrega una clásica secuela para las tres cintas originales (Episodios: IV - V - VI).
Filmada de forma similar a la trilogía original, llena de frescura a la mayor saga de la historia del cine por tres sencillas razones:
1) Sigue una estructura narrativa sencilla y directa, que te envuelve de manera natural y te lleva a través de la cinta de 2 hrs 16 minutos manteniendo al espectador entretenido y atento en todo momento. La cinta te dispara rápidamente a la acción y esta no para hasta el final de la historia, sin embargo, nunca parece excesiva y Abrams sabe dosificar el drama y alternarlo con momentos divertidos (casi siempre a cargo de Han y Chewbacca), logrando que la historia fluya de forma muy natural.
2) Respeta los códigos originales de la Saga, se olvida de tontas explicaciones (recuerdan la medición de los "midi-chlorians" - los bichitos que producían la fuerza) y regresa a LA FUERZA el misticismo que le dio la saga original.
3) Se deshacen del exceso de personajes digitales y efectos exagerados para presentar un mundo acorde con la historia y una nueva generación de personajes reales. El mismo BB-8 (el nuevo R2-D2) es un robot real.
La estructura de la cinta se asemeja muchísimo al episodio IV, el ritmo de la historia se mueve más cercano a la mejor entrega de la saga, episodio V - El Imperio Contraataca, y las actuaciones están a la altura de la tarea asignada.
Si bien no es una cinta perfecta, definitivamente el mundo de Star Wars a vuelto con nuevos aires gracias a JJ Abrams quien nos entrega este film que marca el regreso de Star Wars con el píe derecho.
Puntaje: 8/10
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