¿Qué puedes esperar de esta secuela? Chicas en bikini/topless, escenas de masturbación, mucha testosterona y los mismos chistes refritos que las tres anteriores películas hicieron famosos. Y es que, esto es lo que sucede con la mayoría de franquicias cinematográficas cuando simplemente se pegan a una formula y la explotan hasta el cansancio (el cual llegó hace rato con American Wedding), pierden el sentido y se convierten en una secuela de gags.
La historia es sencilla y directa, los chicos de American Pie se reúnen por el 13 aniversario de haber salido del colegio (ok, nadie pudo hacer la película 3 años antes). Esto da pie a traer a casi todo el elenco original de una u otra forma, ya sea mediante pequeños cameos (como Natasha Lyonne en el papel de Jessica) o mediante roles más elaborados (Jasson Biggs, Alyson Hannigan, Sean William Scott, etc.) y genera toda una nueva cantidad de las "mismas aventuras de siempre".
Lo mejor de la cinta es Sean William Scott como Stifler, quien sigue siendo el antiheroe de la saga, y nos entretiene con sus atorrantadas, su pose de "sex symbol" cursi y su lealtad a prueba de todo hacia sus amigos.
Todos los demás personajes son más de lo mismo y entregan las mismas actuaciones promedio de siempre, entregando personajes divertidos pero carentes de toda profundidad.
Entretenida para ver una noche de Domingo en casa, pero no da para más.
Puntaje: 5/10
Todos los demás personajes son más de lo mismo y entregan las mismas actuaciones promedio de siempre, entregando personajes divertidos pero carentes de toda profundidad.
Entretenida para ver una noche de Domingo en casa, pero no da para más.
Puntaje: 5/10
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