viernes, 2 de septiembre de 2011

Trust (2010) - David Schwimmer

Este "pequeño" drama dirigido por David Schwimmer (Ross de "Friends") se abre paso como una de las grandes sorpresas del año que paso. Nadie que haya visto la película puede negar la fuerza del mensaje que esta lleva dentro de su historia, ni tampoco el potente despliegue de emociones que nos transmiten sus protagonistas.

El problema de esta película es que su historia trata un tema muy difícil que la gente común no quiere tratar: la pedofilia. Pero, a pesar del repudio que puede causar el tema, la película lo trata muy bien, sin sensacionalismos, pero con una crudeza que hará retorcerse al más duro de los espectadores. Y esto debido a la fuerza interpretativa que entrega la dupla compuesta por Clive Owen (como padre) y Liana Liberato (como la hija, víctima del abuso).

Situada en los suburbios de Chicago, narra la historia de Annie (Liberato), una joven que es víctima de un pedófilo. Ella, inicialmente piensa que ha entablado amistad, por internet, con un chico de su edad que vive en California. Ellos chatean todo el día y el chico le confieza que en realidad tiene 20 años. Luego Charlie, el chico, le dice que no son 20, sino 25. Finalmente le dice que viajará a Chicago y cuando se encuentran ella se topa con un hombre cercano a los 40 años con una sonrisa perversa (que hace que lo odies desde su primera aparición) y con un discurso muy bien ensayado sobre como la diferencia de edad no importa.

Cuando su padre (Owen) se entera que han abusado de Annie, se trastorna. Cambia y pasa por un penoso proceso de adaptación a esta nueva realidad que lo lleva desde querer matar al que lo hizo, hasta terminar aceptando que está situación, creada por un ente externo, escapa a sus manos, y que la mejor solución esta en dar soporte y amor a su hija. Owen deja de ser el chico "cool" y rudo al que nos tiene acostumbrado y se convierte en un hombre común, un padre que ha sido tocado por una desgracia con la que tiene que aprender a vivir y que seguirá dentro de él por el resto de su vida.

Catherine Keener interpreta a la madre, quien a pesar de entregarse al papel, solo queda como la espectadora entre las dos fuerzas que llevan la película adelante: Owen y Liberato.

Pero lo mejor y más perturbador de la cinta, es como Charlie, el pedófilo, se introduce en la mente de Annie a tal punto que ella piensa que lo que él le hizo está bien y que todos los demás están equivocados; ella está convencida que todos atacan al único ser que la ama de verdad. Es este aspecto el más escalofriante, por que nos enfrenta a una realidad que no queremos ver, y es que este tipo de monstruo es real y mucho más violento y poderoso de lo que se piensa.

David Schwimmer arma esta pequeña joya de manera que sus protagonistas nos llevan a niveles de angustia e histeria poco vistos en el cine moderno. Muy recomendable, aunque con la salvedad que están a punto de ver una película realmente perturbadora y cruda.

Puntaje: 10/10

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