El Dr. Martin Harris (Liam Neeson) despierta después de tener un accidente en Berlin para descubrir que alguien más había tomado su identidad y que nadie, ni su esposa, le cree. Con la ayuda de Gina (Diane Kruger), la taxista con la que tuvo el accidente, se embarca en una búsqueda frenética por averiguar quien es el realmente y probarlo ante todos.
La película arranca bien, y es muy interesante durante la primera hora; sin embargo desde el momento en que el protagonista trata de probar que él es el Dr. Harris la película pierde el control y se desvía hacia un desastre total. Para el momento en que llega el giro de la trama, ya nada tiene sentido y más bien uno se pregunta qué pensaba hacer el director con semejante mamotreto.
La historia es ridículamente inverosímil y absurda, haciendo que al final uno se sienta estafado por haber creído inicialmente en la historia que te contaban.
A pesar que Neeson sigue siendo uno de los rudos de turno en Hollywood, su imagen no es suficiente para salvar "Sin Identidad". Evítenla.
Puntaje: 2/10
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