La dupla Eisenberg-Harrelson funciona a la perfección: por un lado tenemos a Jesse en una de sus mejores y más graciosas actuaciones, torpe como nunca pero con el sentido exacto del tiempo para siempre librarse de la muerte; y por el otro lado está el desenfadado Harrelson personificando al más típico macho autosuficiente Hollywoodense. Esta pareja pronto es complementada por las hermanas Wichita (Emma Stone) y Little Rock (Abigail Breslin), dos estafadoras de poca monta en un viaje en busca de un supuesto refugio en un parque de diversiones de California. Aunque su encuentro detiene un poco las andanzas de los dos machos del grupo, rápidamente todo vuelve a la normalidad y los cuatro continúan juntos la cruzada.
A mitad de camino encontraran una mansión en cuyas rejas se leen las iniciales "B.M."; disfruten esta secuencia, contiene uno de los mejores cámeos de la industria además de ser un excelente respiro para los protagonistas.
Así nuestros "héroes" luchan constantemente por encontrar la normalidad en un mundo que no es normal, donde lo único que les queda es terminar por disfrutar la lucha constante contra los no-muertos. El mundo post-apocalíptico que nos muestra esta película es un lugar donde los protagonistas luchan por sobrevivir de una manera natural y simpática sin grandes demostraciones de poder y sacrificio humano, a diferencia de la típica película de acción, lo cual termina por hacer de Zombiland un lugar que "podríamos visitar".
En general es una película sencilla, sin mayores pretensiones, con muy buenos efectos especiales y que logra con creces su objetivo principal que es entretener a la audiencia. Estoy seguro que no se arrepentirán, así no sean fanáticos de los muertos vivientes, y disfrutaran mucho esta pequeña joya del cine moderno.
Puntaje: 10/10
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